Actualizado el: 17 agosto, 2023 por Kyamos The Stubborn
Capítulo 1 – Eiji: Lobo de la Novena Avenida.
Capítulo 1-2
La Universidad Cibernética de Tokyo fue establecida como uno de los principales programas gubernamentales para favorecer y apoyar a los estudiantes de ciencias que forjarán el futuro de la ciencia, la tecnología y el país mismo.
A pesar de ser relativamente nueva, contaba con investigaciones y logros de primer nivel en el campo de la ingeniería de la información. Estaba situada en el distrito de Denrin, que se había convertido en el nuevo centro de la Ciudad Multinacional de Tokio. Cada vez era más popular entre los aspirantes a estudiantes, en parte debido a su reputación como buen punto de inicio para trabajar con empresas globales y las llamadas “grandes tecnológicas”.
Adyacente al Campus Denrin, existía otra instalación.
Abadin Electronics Corp (AE).
Se trataba de una empresa líder en terminales electrónicos, equipos de red y semiconductores fabless. El Laboratorio Digital del Distrito de Denrin de Abadin Electronics, llamado comúnmente DDL, era la base de investigación y desarrollo de AE.
El vestíbulo del primer piso de DDL era más sencillo de lo que Eiji había imaginado.
Solamente había un escritorio de recepción y una banca de espera ordinaria.
La gran pantalla montada en la pared no mostraba anuncios sobre AE… en su lugar, mostraba praderas, densos bosques, océanos polares, cordilleras, rápidos con hojas otoñales en el trayecto, subterráneos y cuevas… imágenes ambientales de la naturaleza en cada una de las cuatro estaciones reproducidas en un video en un bucle sin fin.
—“Debe ser porque el laboratorio digital es una instalación de investigación, y la sede de AE se encuentra en otro lugar”.
Las paredes exteriores del laboratorio eran delicadamente curvas y de color verde, y carecían de algún logotipo empresarial o alguna señalización que lo reconociera como el lugar prestigioso que era. Los transeúntes podrían pensar que el edificio formaba parte de la Universidad situada al lado.
Eiji vio su reflejo en el cristal.
Iba vestido con su habitual ropa casual, pues al parecer la vestimenta casual se permitía en DDL.
Se suponía que la gente que trabajaba ahí era la élite con las mejores mentes en el campo. Claramente no era el lugar para un trabajador autónomo recién salido del bachillerato. Pero Eiji no se inmutó y se dirigió al mostrador de recepción.
Él estaba ahí para trabajar.
—“Hola…”
Eiji saludó a la recepcionista calmadamente.
—“Huh?”
Ella miró a Eiji como si se preguntara qué hacía allí este chico de aspecto sospechoso.
Puesto que no llevaba una mochila cuadrada, era obvio que no estaba ahí para entregar comida. Ah, bueno… Era posible que ocasionalmente algunos estudiantes universitarios o transeúntes entraran al laboratorio por error. Esa debió ser la conclusión a la que ella llegó.
—“Tengo una cita. ¿La tecleo en esta tableta?”.
Un centro de investigación estaba destinado a tener secretos comerciales.
Varios guardias fornidos custodiaban la puerta del otro lado. Si esto fuera Estados Unidos, probablemente estarían armados con pistolas, creando un ambiente intimidante.
—“Sí… por supuesto…”
Incluso su voz vacilante era linda.
Su cabello corto y voluminoso se estrechaba hacia su cuello. El estilo de su vestimenta era simple como se esperaría de alguien que trabajaba en un laboratorio, su rostro era pequeño y su cuello y hombros delgados. Era el tipo de persona que atrae atención con solo estar sentada ahí.
—“¿Debería poner mi nombre real donde pregunta por mi nombre completo? Suelo usar un alias al trabajar”
—“Disculpe, ¿Es usted un escritor o está en el mundo del espectáculo?”
—“No, ninguno”.
No era un nombre artístico ni un seudónimo. Eiji, como la mayoría de los crackers, usaba un alias al trabajar.
—“Si no hay problema, por favor use su nombre real”
—“Entonces será Eiji Nagasumi… número de teléfono, hora de la cita… motivo de la cita, ¿Será eso suficiente, Hatsune-chan(1)?”
Eiji echó un vistazo a la placa con su nombre.
—“Por favor no se dirija a mí de forma tan casual”
—“Esta bien… Hatsune-cchi(2)”
—“…!” La recepcionista, Hatsune, crispó un músculo en su sien. —“Si es una reunión de negocios, por favor escriba aquí el nombre de su empresa”.
—“Aún no tengo una empresa.”
—“Ugh”
—“Bueno, mi ocupación es… Espera, ¿En qué departamento trabaja ese sujeto? Oh, como sea, esto es tan tedioso”
Eiji tomó su teléfono.
Tomonori Ryusenji, Profesor.
Tras pulsar el contacto, envió un mensaje diciendo “estoy aquí”, y decidió esperar en el vestíbulo. Había otros visitantes esperando. Todos recibiendo pases de visitante de la recepción. Ninguno de ellos parecía ser un hombre de negocios, sino más bien académicos que acababan de cruzar los edificios del campus de la universidad cibernética.
(…)
Eiji miró el objeto en el centro del vestíbulo.
Tres esferas flotando en el aire.
Cada una de las esferas tenía grabada una marca distintiva.
Se encontraban en un círculo, más o menos.
Rotaban, superponiéndose entre sí. Eran como tres cúmulos globulares en el espacio, tirándose gravitatoriamente la una tras la otra.
(¿Estaba eso aquí hace un momento?)
Cuando se acercó para observar mejor, Eiji quedó atónito.
—“Esta imagen tridimensional… ¡Es un hololize!”
—“¡Ey, Fang!”
Una voz desde el otro lado de la puerta lo llamó por su alias de cracker.
Al mismo tiempo, los tres objetos se desmoronaron y desaparecieron sin dejar rastro.
Eiji se dio la vuelta.
Un hombre de unos 170 cm de alto, de rostro cincelado, con un toque de gris en su cabello, y un aire ligeramente caucásico, le devolvió la mirada. Debía de rondar los 60 años, pero su forma de andar y su buena postura lo hacían ver más joven.
Su presencia se percibía más en las reacciones de los que le rodeaban que en él mismo. Los ojos de todos los que se encontraban en el vestíbulo le siguieron atentamente cuando apareció de forma inesperada.
—“Hola, Ryusenji… ¡Digo, profesor!”
El profesor Ryusenji era uno de los cofundadores de Abadin Electronics.
Un hombre extremadamente adinerado, todavía poseía más del 20% de las acciones de AE, que tenía una capitalización bursátil de más de cien mil millones de dólares.
Le llamaban profesor, porque también era catedrático de universidad.
Como jefe del Laboratorio Ryusenji, que era muy conocido en la industria, era también profesor emérito de la Universidad Cibernética de Tokyo. Había convertido su empresa, que comenzó como un emprendimiento universitario, en una empresa de clase mundial por la que ahora era conocido en los últimos 10 a 20 años como uno de sus altos ejecutivos.
—“Es la primera vez que me encuentro con Cracker Fang, pero no se siente como tal”
Parecía ser un hombre inalcanzable.
En circunstancias normales, Ryusenji no sería alguien con quien Eiji se sentiría cómodo.
—“Bueno, es que siempre estamos hablando por chat de voz. Oh cierto, me llamo Eiji Nagasumi.”
Dijo Eiji presentándose de nuevo.
—“De acuerdo Fang, o mejor dicho, Eiji, vámonos. Lamento las molestias que te hicimos pasar. Lo que me recuerda… Un pase de visitante para él, por favor.”
Dijo Ryusenji en la recepción.
El chico de aspecto sospechoso había invocado tan despreocupadamente al jefe de facto de AE de Japón que la recepcionista, Hatsune, se ponía más nerviosa e inquieta.
—“¡Sí, señor! De inmediato…”.
—“Vamos al D4, así que necesitará un pase de co-investigador.”
—“¿Qué?”
—“La junta ha dado su aprobación… justo esta mañana”
—“Oh… ¡Por supuesto señor, entendido!”
Hatsune se sorprendió una segunda vez cuando presionó la terminal para confirmar y se expidió el pase.
Levantando el pase especial que le habían expedido, atravesó la puerta de detección con los guardias saludandolo de la manera más respetuosa.
Con sólo hacer eso, Eiji se sintió un poco más adulto.
Mientras caminaba por el pasillo, los empleados e investigadores que pasaban saludaban a Ryusenji. Eiji se mantenía detrás de él como si estuviera pegado, observando todo y devolviéndoles las reverencias.
De alguna manera, se sentía muy bien.
—“Profesor Ryusenji, ¿Por qué le llaman ‘profesor’? ¿Por qué no llamarlo presidente, vicepresidente o director del consejo?”
—“Supongo que es porque “profesor“ me describe mejor.”
Se debía referir a que tenía la mente de un investigador. Él ya había dejado la gestión de AE en manos de sus antiguos subordinados.
Eiji no estaba seguro de cómo interactuar con el director de una gran empresa, pero se sentía algo más cómodo hablando con alguien que se portaba más como un profesor universitario.
—“Antes de ir a mi oficina, me gustaría visitar otro lugar. Hay algo que quiero mostrarte.”
—“¿Qué es? ¡No puedo esperar a verlo!”
—“Por aquí.”
Tomaron un ascensor al siguiente piso, donde los esperaba otra puerta altamente vigilada.
Esta no era una puerta como la del vestíbulo, una puerta de detección que encontrarías en un aeropuerto. Era una puerta de mamparo. El área frente a ellos parecía estar completamente aislada del resto del edificio DDL.
——La sección D4.
—“Lo que estás a punto de ver es un proyecto ultra secreto de Abadin Electronics. La investigación central que determinará el futuro de nuestra empresa se lleva a cabo aquí.”
Explicó Ryusenji.
El núcleo del DDL, el centro de investigación de vanguardia de AE, se encuentra en D4.
Eiji tuvo que entregar su teléfono y sus objetos personales a un guardia de seguridad. También fue sometido a una rigurosa inspección corporal.
—“…”
—“¿Qué sucede?”
Ryusenji, que había pasado antes por la puerta del mamparo, miró hacia atrás en dirección de Eiji.
—“Es que, no estoy seguro si estoy preparado para esto.”
—“No te preocupes, es solo una “experiencia“, ¿Acaso no te gustan las atracciones de los parques de diversiones?”
—“¿Huh? ¿Te refieres a las que realmente son divertidas?”
—“Así es, así es… no es como si estuviéramos creando dinosaurios con ingeniería genética o investigando un virus zombi.”
—“Eso también suena divertido.”
Después de relajarse con las bromas de Ryusenji, Eiji atravesó la puerta D4.
Y adentro estaba—
Notas:
1En japón, “chan” se usa como un sufijo honorífico comúnmente usado con mujeres y niños pequeños, amigos cercanos o enamorados.
2El sufijo “cchi” se usa para dar apodo a una persona muy cercana. En este caso, Eiji llamó a la recepcionista como si fuera una conocida, cuando esta le pidió que no lo hiciera, le llamó como si fueran amigos muy cercanos.
Historia por: © BANDAI
Diseño de personajes/ilustraciones: malo
Traducción al español: Kyamos the Stubborn.
Edicion y correccion: Zeromaru X