Actualizado el: 6 julio, 2023 por Kyamos The Stubborn
Capítulo 1 – Eiji: Lobo de la Novena Avenida.
Capítulo 1-8
—“Crack Team.”
Era una comunidad formada por individuos anónimos que compartían la filosofía común de “libertad en la red, libertad en el Mundo Digital”. No existía una lista de miembros, ni era un club de amigos exclusivo. Dentro del Crack Team había varios grupos con diferentes ideologías, principios y objetivos, y a menudo había disputas entre ellos.
Los Crack Teams estaban en desacuerdo con las leyes y autoridades existentes— es decir, el gobierno. Se les consideraba un grupo antisocial y marginado. Eso era lo único que tenían en común. Sin embargo, aquellos que se identificaban como “crackers” más o menos apoyaban la ideología del Crack Team y participaban en sus actividades de manera flexible, aunque en menor medida.
En el monitor se reprodujo un cortometraje, subido al servicio de vídeo de GriMM, como propaganda del Crack Team.
—“Libertad en la red, libertad en el Mundo Digital… El Mundo Digital no tiene fronteras ni leyes. Por lo tanto, ningún gobierno o ley puede bloquear todas las actividades que utilicen digimon”— dijo Ryusenji.
Era un argumento habitual por parte de los crackers.
—“No sé nada concreto. No tenía contactos ni educación, este era simplemente el trabajo más lucrativo para mí.”
Eiji empezó a interesarse por los crackers cuando aún estaba en el instituto. Un compañero un poco cuestionable de último año de bachillerato lo convenció de que aprendiera a ganar dinero haciendo trabajos de cracker… una historia muy común.
Quizá le convenía. Ganaba suficiente dinero tratándose de un trabajo de medio tiempo. Pero tras renunciar a los exámenes de acceso a la universidad por diversos motivos, Eiji se tomó en serio lo de convertirse en cracker. Pensó: “Esto es lo que voy a hacer para ganarme la vida”.
—”Es bonito que puedas hacer lo que realmente quieres.”
—“¡De verdad! Puedo trabajar como quiera”.
—“Pero para el gobierno, los crackers son delincuentes de la red que causan muchos problemas.”
—“¡Debo tener cuidado con las trampas! Si soy codicioso, la Digi-Policía vendrá a por mi.”
La unidad de cibercrimen de la policía tenía un equipo de respuesta al crimen digimon: La DigiPolicía. Era una organización que no se había hecho pública, pero era conocida entre los crackers. Recientemente se había detenido a un estudiante de secundaria que trabajaba como cracker capturando digitamas furtivamente.
—“Eres parte del Crack Team, pero no estás interesado en su filosofía. La libertad para ti es, no sé, un sentido de la moda.”
—”Es muy superficial de mi parte ¿No? ¡Pero ahora mismo quiero un trabajo y un historial!
—“Me pregunto a dónde te llevará tu historial… o tu futuro. Eiji ¿Cuál es… tu sueño?”
—“Yo …… ¡Quiero ganar!”—contestó Eiji con sinceridad.
—“Vaya, ¿Qué quieres ganar?”
—“No puedo hacerlo en la vida real, pero en la red… Quiero decir, si me hago grande en internet y llegó a lo más alto, ¡la realidad cambiará! ¡Quiero ganar dinero para eso, evolucionar mi digimon y convertirme en un cracker de primera…! Eso es, quiero ser un cracker de primera, ¡incluso tener mi propio equipo!”
—“¿Es necesario ser un cracker para eso?”
—“¡Sí! Para mí, el Mundo Digital es… ¡El único lugar en el que realmente puedo cambiar mi vida!”
Tenía una corazonada. Este trabajo era una oportunidad única en la vida para que Eiji se convirtiera en un cracker del más alto nivel y cambiara su vida.
—“¡Quiero estar al mismo nivel que usted, Profesor Ryusenji! Si es posible captar el Mundo Digital directamente con los cinco sentidos humanos, no a través de monitores o datos de observación… ¡Si tal cosa es posible, si puedo hacerlo…!”
Tal cual era— Si pudiera vivir en el Mundo Digital.
Tras escuchar las palabras de Eiji, Ryusenji sonrió.
—“El Mundo Digital… puede cambiar la vida de las personas.”
Como lo hizo con la mía.
Eiji tomó estas palabras como las de un hombre exitoso que se había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo. Pero ahora mismo no tenía nada.
No tenía riqueza, ni educación y, además, no tenía novia.
No podía darse esos lujos. Su vida estaba atrapada en una estrecha habitación de tres esteras de tatami, con una dieta malsana e irregular. Podía arreglárselas para sobrevivir al día a día mientras fuera joven, pero eso no sería suficiente. Simplemente se estaría desgastando de esa manera, envejeciendo a medida que pasaba el tiempo.
Eso sería aburrido.
—“Yo… ¡Quiero cambiar mi vida! ¡Quiero ser un ganador en el Mundo Digital!”.
Estaba decidido.
Por eso, no tenía intención de renunciar a la conexión que había conseguido con Ryusenji. No importaba lo difícil o frustrante que fuera, dominaría su Digimon Linker y el trabajo de entrenamiento con Loogamon sin importar qué…
Pase lo que pase.
—“A veces, cambiando tu punto de vista a un ángulo distinto, puedes entender por primera vez cosas sobre el mundo que creías haber visto y conocido toda tu vida.”—murmuró Ryusenji.
—“¿…?”
—“Gracias al cielo. Eso es muy bueno. Dije que quería que entrenaras a Loogamon, pero al mismo tiempo, Eiji, te estaba poniendo a prueba.”
—“¡Ah, ahí vas de nuevo!”
—“Si estuvieras completamente inmerso en el Crack Team y en su ideología… Si fueras un joven alegre y estúpido, borracho de libertad… no iba a pedirte este trabajo.”
— “SoC”
Una insignia—una placa—con tres letras del alfabeto. Este símbolo, que aparecía en la película promocional, lo había visto cualquiera que hubiera intentado echar un vistazo en la clandestinidad del Internet.
—”¡Sons of Chaos!”—Eiji contuvo su respiración.
—”Sons of Chaos, en efecto. ¿Los conoces?”
—“¡Claro que los conozco! Es un grupo de crackers muy famoso…”
—“¿Cuál es tu impresión sincera de los SoC?”
—“… Son unos tipos peligrosos, supongo.”— respondió Eiji
Los SoC eran crackers de primera. Eiji incluso admitiría que los admiraba. Pero si querías disfrutar de una vida despreocupada y fácil, no debías involucrarte con ellos. Los SoC eran extremistas. Una organización militante, considerada la extrema derecha de los Crack Teams.
—”Son conocidos por sus crímenes usando digimon… robo de información, chantaje corporativo, ciberterrorismo, lo que sea. Pero su líder es extremadamente carismático. El cerebro detrás del ‘Incidente Cíclope’, el legendario cracker ‘Tartarus’… ¡La persona que entró en guerra contra el mundo!”
El “Incidente Cíclope” no será descrito aquí. Fue un acontecimiento que hizo imposible que los dirigentes de la comunidad internacional ignoraran la existencia de los crackers, de los Crack Teams y del Mundo Digital.
La identidad del líder de los SoC, Cracker Tartarus, era desconocida. No había ningún tipo de rumores sobre él, excepto que posiblemente era japonés.
—“Ciertamente, es como un héroe oscuro. Tartarus es muy popular. Es mucho más popular que yo.”—Ryusenji se rió.
—“Hay muchos seguidores de Tartarus en GriMM. Por otro lado… mucha gente los odia porque cuando extremistas como ellos se hacen demasiado notorios, las leyes y normativas se endurecen.”
—“Esa es la cuestión”—, Ryusenji miro a Eiji. —“Los SoC están interfiriendo en el Mundo Digital de una forma demasiado… negativa. Al interferir demasiado, están creando riesgos para el ecosistema digimon y, por extensión, para la sociedad humana. Naturalmente, también pone en riesgo mi investigación. Eso es lo que más me preocupa.”
—“Ya veo.”
—“Si las restricciones legales más estrictas fueran aplicadas y causarán que el Mundo Real y el Mundo Digital se aislaran aún más de lo que ya están, sería desafortunado tanto para la humanidad como para los digimon… ¿No estás de acuerdo?”
Ryusenji se mantenía en una posición neutral respecto a los crackers. No habría contratado a Eiji en primer lugar si no fuera así. Sin embargo, cuando se trataba de los delitos violentos y el terrorismo usando a digimon, se preocupaba profundamente.
Esto era porque, al fin y al cabo, amaba a los digimon.
Si había algo que Ryusenji no podía perdonar, era a la gente y a los crackers que hacían un mal uso de los digimon y los ponían en peligro.
—“Siendo un profesor, ¿No tienes contactos con políticos y otros trabajadores del gobierno…?”—preguntó Eiji.
Ryusenji era un experto gubernamental en tecnología y asesor especial del Mundo Digital. Si Eiji recordaba bien, también participaba en la selección de equipamiento policial.
—“Por supuesto, he presionado para que se hagan cambios. Sin embargo, el actual primer ministro se limita a sentarse y observar, en lugar de actuar… La policía solo se limita a cumplir la ley y a reprimir a los crackers. Las leyes pertinentes aún no existen, y las que tenemos son inadecuadas… las cosas no están yendo bien.”
—“Profesor… siento que la conversación va en una dirección peligrosa.”
—“¿Entonces quieres que deje de hablar de ello?”
—“Para nada… ¡Me está emocionando más y más!”
Desde la primera vez que decidió trabajar como cracker, Eiji supo que algún día quería hacer este tipo de trabajo.No se refería a capturar digimon, coleccionar digitamas o recoger datos basura. Quería confrontar a otros crackers como un cracker completamente desarrollado… Un trabajo peligroso con una sensación más adulta.
—“Quiero que hagas un trabajo de investigación encubierta sobre los SoC. Quiero que descubras el propósito del misterioso líder Tartarus. Hazlo por el bien del Mundo Digital y de los digimon, ¡Para protegerlos…!”
Historia por: © BANDAI
Ilustración: PLEX
Traducción al español: Kyamos the Stubborn.
Edicion y correccion: Zeromaru X