Actualizado el: 24 agosto, 2023 por Kyamos The Stubborn
Capítulo 2 – Hacker Leon: Vuelo 626 de la Aerolínea WWW.
Capítulo 2-7
Leon Alexander era estudiante en la Universidad Cibernética de Tokio. Era estadounidense y tenía 19 años, la misma edad que Eiji.
—“¡Ha pasado mucho tiempo, Leocchi!”
—“Sí. me alegra volver a verte, Eiji.”
El japonés de Leon era casi tan bueno como el de un nativo.
—“Desde la escuela primaria.”
—“Sí. Volví a América justo después de la secundaria.”
Leon respondió sonriendo.
—“Ya veo… Tu padre era profesor en la Universidad Cibernética, ¿no?”
—“Lo recuerdas bien.”
—“¡Además, has crecido bastante…! Cuando estábamos en la escuela primaria, era más grande que tú.”
Además de su estatura, su cuerpo en general era más grande. Debía estar yendo al gimnasio o tal vez practicaba algún tipo de deporte.
—“No quiero quedarme de pie hablando, así que sentémonos y platiquemos.”
Tras expedir los pases en recepción, Eiji y Leon se dirigieron a través de la puerta a la cafetería del DDL.
La cafetería era una zona de bajo nivel de seguridad en DDL y era mucho más abierta que la sección D4.
Compraron unas bebidas y tomaron asiento.
—“Leocchi… ah, esto…”
—“Puedes llamarme Leocchi. Eres el único que me llamaba así.”
El amigo de la infancia se rió despreocupadamente.
Eiji intenta recordar.
Pero ya no recordaba con seguridad cosas previas a sus años de escuela primaria.
Leon saco algo como material de conversación.
Un Digimon Dock con forma de llavero.
Tenía una pequeña pantalla LCD monocroma, de unas cuantas generaciones atrás.
—“¡Oh, ese dock! ¡Creía que era una consola de videojuegos!”
Con ese dock tipo llavero, Leon estaba entrenando un digimon. Fue hace siete u ocho años.
—“Yo tampoco entendía nada del Mundo Digital por aquel entonces. Simplemente estaba enfocado por completo en criar digimon.”
Leon también recordó.
Un vistazo más de cerca a la parte trasera del dock tipo llavero reveló que fue fabricado por Abadin Electronics. Todavía parecía funcionar, pero no había ningún digimon almacenado en él.
—“Que nostálgico… Ah, me recuerda a tantas cosas.”
Vuelve la vista atrás, hacia su infancia.
Leon se metió en la crianza de algo usando un “juego portátil que no estaba disponible en el mercado”.
Leon tenía exámenes y, por supuesto, su secundaria era distinta a la que asistía Eiji. Así que se distanciaron…
Leon no tardó mucho en volver a Estados Unidos, sus padres se lo dijeron poco después.
—“Fue bastante repentino” dijo, y eso en sí mismo fue algo maravilloso para la carrera de su padre. —“Si hubiera sabido que iba a volver a Estados Unidos, no me habría presentado a los exámenes de ingreso de secundaria.”
—“Ya veo…”
En aquella época se sentía muy solo.
Sin embargo, a esa edad, las amistades pueden cambiar fácilmente con sólo cambiar de clase, ni hablar de cambiar de escuela. De hecho, ahora Eiji no tenía mucho contacto con sus amigos de la secundaria.
Así eran las cosas.
Pero a veces te reencuentras con ellos por casualidad. Las vidas pueden volver a cruzarse.
Leon extendió el brazo.
Un Digimon Linker de tipo Smartwatch.
Un digimon cubierto de chispas eléctricas se holizó. Era como un duende eléctrico. Se miraba como si con solo tocarlo podrías electrocutarte, aunque solo era una imagen.
—“El es Pulsemon.”
—“¡Sí! Sabía que lo que Leon estaba criando era un Pulsemon.”
Es el mismo que tenía cuando estaba en primaria.
Eiji también hololizó a Loogamon con Digimon Linker.
En una mesa de la cafetería, los dos digimon en etapa niño se encontraban cara a cara. La hololización de digimon estaba permitida dentro del DDL.
—“…”
—“…”
El otro día, en el servidor de datos del País X, aunque no pelearon directamente…
Pulsemon estaba ahí alegremente, mientras tanto Loogamon le observaba fijamente bajando la mirada. Era lo que llaman mirada fulminante.
(Estaban hololizados, así que no podrían hacer nada malo. ……)
Dejando a un lado a los digimon, Eiji y Leon hablaron de los viejos tiempos durante un rato.
En aquel tiempo el término “mejor amigo” no era algo en lo que pensaran. Pero si les hubieran preguntado quién era el amigo más cercano que tenían, ambos se habrían elegido mutuamente.
Para Eiji, los días de su amistad cercana con Leon eran de sus memorias más preciadas.
Probablemente también lo eran para Leon.
Pero…
No se puede vivir sólo en los recuerdos. Aún eran demasiado jóvenes para eso, tal vez si se hubieran reencontrado en la vejez sería entendible.
—“Pero…”, Eiji fue al grano. —“Conseguiste mis datos de contacto con facilidad”
La idea de encontrarse en la vida real surgió tras recibir un breve mensaje de Leon -el hacker Judge.
—“Veo que te has mudado. Tu antigua casa, ya no existe.”
La casa de los padres de Eiji ya había sido desalojada.
No se molestó en ir a verla, pero al parecer iba a ser demolida y convertida en un edificio de apartamentos junto con la zona de alrededor.
—“Oh… estoy viviendo por mi cuenta ahora.”
—“Yo también.”
León dijo que vivía en un condominio en la zona de Denrin.
Era un apartamento de una habitación con un loft de tres esteras de tatami.
—“Leocchi es…”
—“Soy un hacker.”
En cualquier caso, en el Canal SoC entraban y salían cuentas falsas regularmente. Buscar la cuenta de Eiji en GriMM y mandarle un mensaje debió ser sencillo.
—“No puedo creer que no sólo seas un hacker, sino que además estés en Japón y seas estudiante de la Universidad Cibernética.”
Como Eiji también solía ir ocasionalmente a DDL por trabajo, decidieron encontrarse ahí.
—“Mi meta era estudiar en la Universidad Cibernética.”
Si querías estudiar el Mundo Digital y los digimon, la Universidad Cibernética de Tokio era la mejor del mundo.
Era una de las universidades más difíciles de tan solo ingresar en Japón, y sólo un puñado de los que lograban ingresar consiguían ser parte del Laboratorio de Ryusenji.
—“——y me sorprendí dos veces cuando oí tu historia. Que fueras estudiante del Profesor Ryusenji. Yo también he recibido ayuda del profesor.”
Eiji hizo hincapié en este punto.
Leon habló brevemente de su relación con Ryusenji.
—Estoy seguro que cuidaras muy bien de esta criatura. Te daré este Dock.
—“Así que fue el profesor Ryusenji quien te dio ese dock con forma de llavero…”
Había conexiones entre muchas personas. Eiji estaba impresionado.
Ahora era un hacker contratado por DDL. Cuando Ryusenji iba al extranjero para atender a conferencias y reuniones, Leon a veces le acompañaba.
—“¿Entonces eres como su aprendiz…?”
—“Más bien soy como su agente o un asistente. El profesor Ryusenji trabaja solo… Así que hacer preparaciones como comprar boletos o reservar hoteles por su cuenta no es posible.”
—“Ah… no parece que se le den bien ese tipo de cosas.”
—“¿Verdad?”
—“Yo… apenas empecé a ver al Profesor Ryusenji recientemente. Bueno, sólo nos hemos visto unas pocas veces.”
—“No lo sabía. Pensar que estabas trabajando para el Profesor Ryusenji como cracker… Probablemente estuvimos cerca de encontrarnos en alguna parte.”
—“Tal vez. El mundo es un lugar pequeño.”
Eiji tomó un trago de su bebida.
—“Eiji… tu Digimon Dock también es el último modelo de Abadin Electronics.”
Leon miró el brazo de Eiji con el vaso de papel.
—“¡Sí, es genial! El tuyo es igual… pero de un color diferente.”
—“Sí.”
—“El profesor Ryusenji me lo proporcionó para el trabajo. Él… también me dio mi digimon. Ah, mantén esto en secreto. Es para pruebas y entrenamiento.”
—“Este Digimon Linker, es más importante de lo que crees.”
La expresión de Leon, en ese momento, se volvió claramente tensa.
—“¿Eh?”
—“Es un conjunto de secretos de la empresa AE. Creía que era la única persona fuera del cuerpo de policía a la que le habían dado uno. Es un poco… frustrante.”
No parecía… estar bromeando.
Las palabras de Leon eran cortantes.
—“…”
—“Los investigadores del Mundo Digital a veces encargan trabajos privados a un hacker… o incluso a un cracker. Eso en sí mismo no es inusual, pero——”
—“¡Cómo coleccionar digimon raros! Recuerdo haberle entregado un ModokiBetamon también.”
—“Jaja… Al profesor le gusta mucho Betamon. Pero sabes, Eiji… si se lo iba a pedir a un cracker, me hubiera gustado que me lo pidiera a mi, su alumno.”
—“…”
¿Era posible… que estuviera celoso?
Para Leon, Ryusenji era el mentor que lo conectó con los digimon. Esa conexión era mucho más antigua que la de Eiji.
Leon era un devoto seguidor de Ryusenji… y un ferviente fan.
Eiji también lo era, pero…
—“—¿Si hubiéramos peleado entonces?, Yo habría ganado.”
—“¡Qué demonios, bastardo electroestático…!”
Mientras Eiji tenía dificultad para reaccionar, una voz fuerte se elevó a su lado.
—“¿Sabes que puedo llegar al cuerpo Definitivo? ¿Qué hay de ti, Loogamon? Je, lo mejor que puedes hacer es llegar a la etapa Adulto, eres tan tierno”
—“¡Tú…!”
Los dos parecían haber estado hablando por su cuenta durante un rato, pero… ahora habían empezado a hablar de quien era mas fuerte y ganaría una pelea entre los dos.
—“Basta, Loogamon. Sé que tu personalidad es… la de un jefe pandillero, un líder temperamental, pero debes entender la diferencia. No eres rival contra un digimon de cuerpo Definitivo en una pelea uno contra uno.”
—“¡Eiji! ¿Acaso no estás frustrado?”
El pelaje de Loogamon se erizo.
La combinación de Leon y Pulsemon = Kazuchimon debería convertirlo en uno de los mejores hackers del mundo, en opinión de Eiji. Si Eiji era de nivel A, entonces ellos eran de nivel S o SS.
—“Pulsemon, tú también deberías llevarte bien.”
—“¡Pero Leon, Loogamon siempre me está buscando pelea!”
Pulsemon actuaba como si fuera una víctima, diciendo: “No soy mala persona”.
—“Eiji y yo solíamos ser amigos. Eiji solía defenderme cuando yo era un debilucho.”
Eiji a menudo apoyaba a Leon, cuyo aspecto femenino y personalidad tranquila le facilitaban llamar la atención de la clase.
—“Uh… ¿Eso es lo que los humanos suelen llamar ‘amigo’? Realmente no lo entiendo. Al menos deberían establecer una jerarquía… ¿Qué piensas Loogamon?”
—“Yo tampoco lo entiendo. ¿Qué más hay aparte de cuál es más fuerte? Bueno, me interesa más la cuestión de macho y hembra.”
—“Oh sí, además es necesario para el desarrollo de la especie humana.”
Los Digimon expresaron sus perspectivas únicas.
—“Leocchi, más que debilucho diría que ibas a tu propio ritmo.”
Dijo Eiji.
—“Uh.”
—“Nunca te vi llorar ni nada parecido.”
Lo recordaba claramente. Leon no era un debilucho.
—“…Bueno, quizá tengas razón” asintió Leon. “Eiji era la única persona, aparte de mi padre, que me trataba con ese tipo de comprensión. Por eso te apreciaba.”
—“¿Oh?”
—“Así que Pulsemon… no se trata de quién es más fuerte o más débil. El más fuerte tiene que proteger al más débil.”
—“¡Oh, es cierto, Loogamon!”
—“Eiji… ¿No te das cuenta de que te acaban de menospreciar enormemente?”
—“¿Eh? ¿En serio?”
——¡QUÉ ES ESTO TAN HERMOSO!
Una voz se alzó.
Al voltear… vio a Hatsune, la recepcionista de DDL, y a una mujer que parecía ser una colega entrar a la cafetería. La que levantó la voz fue su amiga.
—“¿Hatsunecchi?”
—“Hola, señor Eiji. Así que hoy estás con el señor Leon… ¿Se conocen? ¿Acaso está relacionado con el Profesor Ryusenji?”
—“Sí, Leon y yo somos…”
—“Éramos compañeros de clase en primaria.”
Leon respondió a Hatsune.
—“Eh… Señor Eiji, ¿Eres repatriado(1)?”
—“No, Leon vivía en Japón.”
—“Vaya, por eso es que el japonés del señor Leon es como el de un nativo.”
Hatsune estaba convencida.
La otra chica miraba a Loogamon y Pulsemon con curiosidad.
Había sido asignada recientemente a DDL. Era subalterna de Hatsune. Llevaba el pelo claro y semilargo recogido en una elaborada trenza. Era la primera vez que veía de cerca a un digimon hololizado.
—“Vaya, vaya, qué dama tan hermosa.”
—“¿Qué pasa, señorita? ¿Estás interesada en mí?”
Pulsemon le devolvió la cortesía con una sonrisa radiante, y Loogamon parecía desconcertado.
—“Okay okay, Logamon, el acoso sexual no es bueno~”
Eiji intervino.
—“¿Eh? Qué pasa Eiji.”
—“¡Hola! ¿Estás interesada en los digimon?”
Eiji apeló a que Loogamon y él eran buenos amigos.
—“Bueno, más que interés diría—”
—“Este es el señor Eiji Nagasumi. Tiene una estrecha relación con el Profesor Ryusenjji y es… un contratista frecuente. Me pregunto, ¿Ya sabías del señor Leon? es el hacker contratado por nosotros.”
Hatsune presentó a los dos con mucho cuidado a su compañera subalterna.
—“¡Hacker! ¡Genial!”
Convertirse en un hacker contratado por DDL, significaba que eras uno de los mejores en la industria.
—“Sólo para que conste, estos dos tienen 19 años”, dijo. “Son más jóvenes que tú.”
Hatsune también intervino.
—“¡Eh… joven!”
—“Sin acoso sexual~.”
La subalterna había estado mirando a Leon desde antes y era claramente consciente de su presencia. De hecho, el inicio de la conversación con los digimon parecía ser una excusa y ya no parecían interesarle.
——Esta trágica catástrofe es el resultado de un ataque a la red por parte de crackers criminales, y naturalmente, tomaremos represalias con toda nuestra furia.
En un gran monitor que colgaba del techo de la cafetería se emitía un reportaje sobre el País X.
Todos miraron en esa dirección.
—“Otro crimen perpetrado por crackers.”
La subalterna estaba indignada.
Incluso estando involucrados en el DDL, los trabajadores ordinarios como ella no tenían muchas oportunidades de entrar en contacto con la verdad sobre los bastidores del Mundo Digital y los crímenes digimon. Aunque ella al menos había visto digimon hololizados, su conocimiento de estos asuntos no era muy diferente al del público en general. La batalla entre el SoC y el dictador por el digimon de clase secreta Mugendramon en el servidor de datos del País X, y la historia interna de la batalla del Hacker Judge, eran información de nivel D4.
Notas:
1 Repatriado: El término utilizado en esta oración es “Kikokushijo” (帰国子女, literalmente, “Niño retornado”), que hace referencia a los niños de padres japoneses que toman parte de su educación en el extranjero y regresan a Japón.
Historia por: © BANDAI
Diseño de personajes/ilustraciones: malo
Traducción al español: Kyamos the Stubborn.
Edicion y correccion: Zeromaru X